Minicrónica en verso de la ruta por Moclín

RUTA CON FINAL FELÍZ

Que buenas que son
Menchu, Yolanda y Eva
que nos llevan de excursión.

Por las tierras de Moclín
prepararon una ruta
en su experiencia primera
prometían mil sorpresas
y cumplieron bien su fin,
con un programa completo
y en el lote dos neveras
con contenido secreto.

Todo según el papel
que tenían prefijado
dándole un buen acicate
pero no contaron con Rapél
que al punto había adivinado
que en el tema había tomate
aunque estuviera tapado.

Todos los que allí estuvimos
quedamos alucinados
pagando con alabanzas
programa tan elaborado
que tenía hasta dos mimos
los Pimentel y Jurado
con su carita bien blanca
pero el arte no les vimos
quedamos decepcionados.

Hubo taller de perfumes
con fragancias en exceso
y si hay carmín con besos
cuando llegues a tu casa
a ver como explicas eso.

Hubo servicio de urgencias
regentado por Rogelio
sanitario de experiencia
que a Martínez curó en seco
de un arañazo de nada
que solventó de momento
con el agua oxigenada.




Y así subimos el monte
pendientes de una cuestión
que era pedirle a Martínez
tuviese a bien y por gracia
de su secreta excursión
tirando de democracia
y no por sus cataplines
que por derecho o derecha
o en honor a San Antón
que le cambiara la fecha.

Al muy canalla de él
le imploramos a sus pies
de rodillas, Yolanda y un servidor
pero me he de temer
en mi intuición de profeta
que se dejó enternecer
por encantos de mujer
que pueden mas que dos carretas
y en aquella posición
asomándose al balcón
se le nubló la chaveta
y aceptó la petición.

Gracias al Cristo del Paño
llegamos a un buen apaño
y nos quedamos tan panchos
con la ruta dominguera
brindando con el gazpacho
que traían las neveras.

Y un hurra por las mujeres
que nos lo hicieron tan bien
con tan magnífico plan
y les quiero proponer
si yo fuera musulmán
estas iban a mi harén
y que no se hable más.

Han tenido un buen principio
y un magnífico final
donde residen los dioses
que dicen es el Olimpo
allí fuimos a parar
también pillando otra breva
nos atendió allí Manolo
que es el marido de Eva
y nos atendió genial.


¡Bravo por las mujeres!
y llegados a este punto
ya llega el punto final.

He dicho.

Fdo. Antonio Luque Cañete